martes, 15 de marzo de 2011

¿México es un país independiente? (Parte 1 de 2)

¡Hasta la pregunta es necia! Dirán muchos ¡Si acabamos de celebrar el bicentenario de la independencia el pasado 16 de septiembre! ¡Caramba…! ¿No sabes historia?

¡Sí, sí se historia! Precisamente por eso es la pregunta. Podríamos analizar, desmenuzar, cachito a cachito nuestra historia y saltan a la vista hechos históricos que nos tallan los ojos con limón o con chile, nos restriegan la verdad en nuestro rostro patriotero, de tal modo que no nos dejan ver lo evidente.
Pero analicemos cuatro cachitos muy pequeños de nuestra historia.
Cabe mencionar que durante la huelga de mineros de Cananea en Sonora, siendo presidente Porfirio Díaz, éste consintió o se hizo de la “vista gorda” para que rurales de Estados Unidos entraran al territorio nacional en una intervención e invasión clara a México y en donde mataron a huelguistas.
Dos cachitos de historia de los inicios de la revolución entre 1913 y 1914 y otro “cachito” más en días recientes en febrero de 2011. En el mes de enero de 1913 y aún desde que el Presidente Fco. I. Madero llegó a la presidencia de la República, el embajador de Estados Unidos Henry Lane Wilson, participó abierta y descaradamente e intervino (¿Cuál diplomático?) en un complot para derrocar y asesinar al Presidente de la Nación: Don Fco. I. Madero (Idealista, valiente, franco, sin experiencia en la política) El origen de su encono contra el Presidente Madero fue porque no le dio facilidades (Que él exijía) para poner un negocio propio.
El complot lo realizó con sus socios principales: El General Mondragón, el General Victoriano Huerta y el General Félix Díaz quienes durante la decena trágica tramaron el derrocamiento y asesinato del Presidente Madero y del Vicepresidente Pino Suárez, para imponer a Huerta como Presidente de México (Alcohólico consuetudinario y muy manejable por el embajador Wilson) Muerto Madero el embajador Wilson salió a celebrar la caída y asesinato del Presidente Madero y hasta se sacó fotografías celebrando con el “pueblo de México” pero eran más bien seguidores de los complotistas Huerta, Díaz y Mondragón (¿Cuál diplomático fue ese tal Wilson) Aquel no era el Pueblo Mexicano.
Quien sale en las fotografías en la penitenciaría de Lecumberri junto a un montó de piedras que marcaban el lugar donde cayó asesinado el Presidente Madero sí era el Pueblo de México, con Caras tristes por la muerte de su Presidente.

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