viernes, 4 de marzo de 2011

Igualdad ¿O no?

Hoy quiero que nos preguntemos si ante la Ley Suprema de la Nación Mexicana, todos los ciudadanos somos iguales. De inmediato habrá quien asegure que sí somos iguales, que la ley es pareja para todos.

La realidad es otra. En México hay ciudadanos de primera y de segunda y no somos medidos por la misma vara. Donde se hace más evidente es cada año durante las revisiones contractuales en la industria privada y cuando el gobierno ejerce su papel de patrón con los trabajadores del Estado, el aumento para los trabajadores varía entre el 4.5% y 5% a su sueldo base y quizás un aumento de 2% en prestaciones. Desde hace veinte años esta es la medida de los aumentos salariales para los trabajadores, en busca de evitar una inflación que indudablemente perjudicaría al país.

Sin Embargo, cuando se trata de concertar un aumento de sueldo para los diputados y senadores ellos solos se ponen de acuerdo, AHORA SÍ TODOS, y se suben el sueldo en forma geométrica, grosera, rapaz, como piratas que se reparten el botín de la economía nacional y aumentando también las dietas y los pagos “extras” que se dan cuando son integrados a las diferentes comisiones, además de boletos de avión para viajar periódicamente a sus lugares de origen para hacer consultas ciudadanas con la gente que representan en sus distritos, en sus estados.


La realidad es que van a visitar a su familia, a sus cuates, al gobernador llevando correspondencia personalizada al gobernador de su estado que seguramente les envía el partido que los postuló. Si no creen que es así, mencionen: ¿Cuántas veces un diputado o un senador (Menos) ha ido a tocar a sus casas o ha organizado reuniones con jefes de manzana o población en general, después de que fueron electos? Nunca se ha visto.

Sí que es un insulto a toda la población mexicana en cada Estado de la República, lo que se autorizan “ganar” los diputados, ellos solos, sin ningún control ni medida. Ellos y los senadores les pagan gastos de representación y desayunos, comidas y cenas en los mejores restaurantes de la ciudad, aparte de su sueldo, aunque estén en “receso” en la cámara de diputados y senadores. De todos modos ellos siguen teniendo sus gastos de representación aunque vayan a tomar sus alimentos con sus familiares y amigos y estén de “vacaciones”.
TODO ESTO HACE PENSAR DE QUE EN MÉXICO SÍ HAY CIUDADANOS DE PRIMERA Y DE SEGUNDA ¿Por qué razón los aumentos salariales no fluctúan como el del resto de los trabajadores del país entre 4.5% y 5% anual? Simplemente porque ellos congelan cualquier iniciativa que los quiera controlar en sus auto-aumentos de sueldo. El Ciudadano Presidente debería hacer un Decreto que estableciera los aumentos salariales a las cámaras, en el mismo porcentaje que el del resto de trabajadores., debiendo realizar un estudio concienzudo la Secretaría de Hacienda y la Fiscalía General de la Nación. ASÍ DEBERÍA SER EN JUSTICIA, PARA TODOS LOS MEXICANOS, NO IMPORTA QUE SEA UN OBRERO, UN DIPUTADO O UN SENADOR.

De este modo se evitaría que hubiese mexicanos de primera y de segunda COMO REALMENTE LOS HAY ENLA ACTUALIDAD. De no ponerse un freno a esos auto-aumentos, ya está cerca el día en que un diputado ganará igual o más que el C. Presidente de México.

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