sábado, 5 de marzo de 2011

Avance tecnológico

Muchas veces pecamos de idealistas y más que eso de ignorantes. Como yo que alguna vez pensé que si los inventos y proyectos de Leonardo Da Vinci hubiesen podido estar al alcance de todo el mundo antiguo conocido… ¡Cómo hubiese progresado la humanidad! Pero la verdad… ¡Qué iluso soy! Leonardo sin duda era un gran inventor, pero se ganaba la vida vendiendo su conocimiento a su Protector. En otras palabras a quien le daba de comer todos los días y lo mantenía con ciertas comodidades que el resto de la población no tenía. El Benefactor usaba los inventos de Leonardo para conquistar más reinos vecinos y tener más pueblos que le pagaran impuestos. Usaba los inventos de Leonardo para guerrear con más eficacia y ganar sin tantas pérdidas.


Pero eran conocimientos que no compartía con nadie. A él le costaban y él los tenía. Esa era su ventaja. Ese era su privilegio. Así, de este modo, las grandes potencias “exportan” sus tecnologías a países en desarrollo como México y se las venden caras. Y les imponen tratados que les limitan iniciar sus propios desarrollos tecnológicos en busca de tecnología de primera generación, que es la QUE VERDADERAMENTE HACE AVANZAR A LAS PAÍSES EN DESARROLLO.
No sólo eso, les obliga a comprar sus tecnologías de cuarta y quinta generación y con ese dinero ellos impulsan sus investigaciones en busca de tecnología de avanzada. Eso le pasa a México con Estados Unidos. Es obvio: Nos venden por ejemplo aviones caza F-15 mientras que ellos ya poseen los aviones caza más avanzados y van en el F-25. A lo mejor no es mucho… diez generaciones de aviones caza adelante ¿Estaré exagerando? ¿Por qué razón no nos venden un avión indetectable por el radar? Bueno es que México es un país en desarrollo y lo que cuestan esas naves es tanto dinero que mejor lo usamos en proyectos de desarrollo en muchos aspectos que abarcan el Plan Nacional de Desarrollo. MENTIRA. Si esto fuese verdad, después de tantos años de aplicarse estos criterios, sin duda alguna ya seríamos de primer mundo en educación, en investigación científica, no habría hambre ni tantos millones de mexicanos paupérrimos y sin duda alguna tendríamos mejores sueldos todos los mexicanos.
SE TRATA SOLAMENTE DE UN PRETEXTO. Ni Estados Unidos ni ninguna otra potencia nos venderá jamás la tecnología de punta, pero sí la obsoleta y atrasada, porque no les conviene que un país en desarrollo avance a ser un país de primer mundo. TENDRÍAN UNA COMPETENCIA FUERTE, DE UN PAÍS FUERTE y claro que eso no les conviene. Se sentirían amenazados en “su seguridad” Y… ¿Nosotros? SOMOS DEPENDIENTES DE QUE NOS “AYUDEN Y NOS PROTEJAN”. Pero esto sin duda no es gratis. No sabemos cuánto nos cuesta en dinero, ni en desarrollo, ni en fuentes de trabajo, ni en tener un ejercito de mayor y mejor calidad, etc. No me señalen, ni adelante juicios: SE LOS ACLARO CON MAYUSCULAS: NO ESTOY DICIENDO QUE ESCALEMOS UNA CARRERRA ARMAMENTISTA DE ELITE. No. Simplemente es un ejemplo que nos hace ver claramente que sólo nos venden tecnología de cuarta. PERO ADEMÁS “no nos permiten” desarrollarla en nuestro país.

Les aseguro que tenemos profesionales de tan alta calidad que desarrollan nuestras universidades, que incontables ingenieros, químicos, físicos, médicos, técnicos especializados, laboran y trabajan en países del primer mundo, no porque haya un convenio, sino porque han sabido mostrar al mundo esos profesionales mexicanos SU ALTA CAPACIDAD COGNOCITIVA en el campo que desarrollan. A los países del primer mundo les sale más barato llevárselos, nacionalizarlos y pagarles muy bien, que formarlos completamente. Con GRANDES SACRIFICIOS mi hijo estudio en el Tec de Monterrey. Cuando se graduó él, se graduó toda una generación de profesionistas en tantas y diversas ramas del conocimiento que es difícil enumerar aquí. Se podía ver hombres y mujeres jóvenes. Fuertes, sanos, preparados, elegantemente vestidos, rodeados por sus familiares que no cabían de gozo… Allí, en el podio, la voz de un directivo, después de felicitarlos por haber acabado sus estudios, reconoció, públicamente, que de los 1800 egresados ese año, solamente el diez por ciento tendría acceso a un trabajo remunerado. Que los tiempos habían cambiado, que ya no era como antes que a los egresados del Tec los industriales se los peleaban. YA NO HABÍA TRABAJO PARA TODOS. QUÉ TRISTE. QUÉ ENGAÑO TAN GRANDE. CUÁNTO ESFUERZO INUTIL.

Pero los jóvenes profesionistas salieron de allí con alegría. El futuro es de los jóvenes ¿No es así? Si en México no… en otro país sí. Así pasa con las generaciones nuevas de todas las universidades.

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