México como país abolió la esclavitud a los pocos días de haberse iniciado la lucha por la Independencia. Fue Don Miguel Hidalgo y Costilla en 1810. México tomó la delantera en ese renglón a países "adelantados" como Los Estados Unidos de América quien la abolió mediante decreto emitido por el presidente Abraham Lincoln durante la guerra civil de ese país en la sexta década del siglo XIX. También se adelantó a Francia en ese aspecto y a pesar de que los franceses durante su Revolución pelearon con el lema: "Libertad, Igualdad y Fraternidad" Claro que se referían sólo a los franceses, de otro modo hubiesen tenido que darles independencia a los pueblos que tenían colonizados, alrededor del mundo.
México es un país del tercer mundo y me duele decirlo en cada una de esas palabras. Es un país pobre, con millones de sus habitantes que viven pobreza extrema que es una forma de decir que son paupérrimos. Estos mexicanos han hecho, sin ninguna planeación, anillos de pobreza alrededor de las grandes ciudades de la República, buscando una oportunidad no sólo de mejorar, sino de sobrevivir y de que sus hijos salgan adelante.
Pero AUNQUE NO LOS VEAMOS, los indígenas que viven en los estados de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Chiapas, Tabasco, Guerrero, Estado de México, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Durango, Sonora y Chihuahua, entre otros, junto con los campesinos ejidatarios de todo el país, sobreviven con agua, chile, tortillas y frijoles. Estamos hablando de millones de mexicanos
Los grandes y elocuentes discursos del Sr. Secretario de Hacienda, dichos en días recientes, desnudan la falta de sensibilidad, DE BUENA ENTRAÑA.
No sólo del Secretario de Hacienda sino de tantos y tantos altos ejecutivos de los gobierno estatales y el federal. Porque las políticas que se desarrollan, sólo tienen la intención de paliar un poco las innumerables carencias, PERO NUNCA SON PARA SOLUCIONAR EN FORMA DEFINITIVA Y PERMANENTE las diferencias abismales entre mexicanos. NI SIQUIERA SE LES HA OCURRIDO SOLUCIONAR DE UN PROBLEMA EN UNO Y SEGUIR CON OTRO Y LUEGO OTRO…DESPUÉS OTRO Y DESPUÉS OTRO Y AUNQUE PASASEN LOS AÑOS SE IRIAN VIENDO POCO A POCO LOS PROGRESOS Y A LA LARGA, LA ELIMINACIÓN DE LOS PROBLEMAS CRÓNICOS QUE NOS AQUEJAN COMO PAÍS.
Soy muy iluso y muy idealista, lo confieso, pero es porque tengo más de un millón de kilómetros cuadrados de esperanza porque mi país cambie y sea una nación llena de progreso e igualdad reales, no ficticias ni en letra muerta. Creo en México. Tenemos las soluciones en nuestras manos. No nos dejemos manipular por los partidos. Seamos sólo partidarios de Nuestro México ¡Trabajemos en equipo!.
Recuerdo un cuento que escribí, donde un campesino viejo, desempleado y con mucha hambre, toca la puerta de una casa y solicita una caridad. Abre la puerta un señor gordo que tiene la boca llena de comida que está masticando y en una mano tiene un taco de chicharrón. A la solicitud del mendrugo de pan, le contesta al viejo mientras le salen de la boca pedazos de chicharrón sin masticar : "Venga más tarde porque estoy comiendo y no puedo atenderlo. Cierra la puerta azotándola en la cara del mendigo…
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